La respuesta corta que daría cualquiera que las haya probado está muy clara: SÍ. Pero puedes encontrar la explicación completa a continuación. Para que tú también te animes a probarlas, alcances todos tus objetivo con ellas y puedas decir alto y claro: ¡las jumpers son seguras!

Estabilidad

Empezaremos por algo que suele preocupar bastante a las personas que todavía no han probado nunca el calzado de rebote: ¿son estables las jumpers? ¿Me caeré si me pongo unas botas de rebote? Realmente es muy complicado caerse cuando nos ponemos de pie con ellas.

La razón es que, al contrario de lo que pueda parecer, el sistema de rebote (RS) forma una base muy estable. En primer lugar, el RS está diseñado de tal forma que siempre sea más ancho que las botas a las que va fijado. Como sabes, el RS de Aerower es compatible con botas de otras marcas. Y, sí, también se ha diseñado para formar una base estable con ellas. Que el RS sea más ancho que las botas, sea cual sea tu talla, asegura la estabilidad lateral. Es decir, previene que tengamos que aguantar el equilibrio para no caer de lado.

En segundo lugar, (y en esto las Aerower Jumper1 son las únicas) también está contemplada la oscilación que se produce por el hecho de que el arco inferior forme una superficie curva. Al diseñar las Aerower Jumper1 su creador, Carlos Peydró, incorporó a la suela 4 topes retractiles que previenen esta oscilación. ¡Y esta es solo una de las más de 10 tecnologías y sistemas exclusivos de las Jumper1!

De este modo, cuando estamos en parado, las Jumper1 forman una base muy estable. Durante el ejercicio, la presión que ejercemos al saltar incorpora los topes a la curvatura natural de la suela para no afectar al rebote.



Tobillos

Aclarado por qué las jumpers (también llamadas botas de rebote) son estables, disipemos otra de las dudas más extendidas entre las personas que todavía no las han probado. ¿Las jumpers son peligrosas para los tobillos? ¿Las botas de rebote hacen daño en esa zona?

Ciertamente los tobillos son la articulación que primero debemos tener en cuenta cuando hablamos de cualquier tipo de bota. En el caso de las jumpers, y de forma más clara con las Aerower Jumper1, esta cuestión está totalmente resuelta. De hecho, la protección de los tobillos es la principal razón por la que las botas de rebote son como son (muy similares a un patín o incluso una bota de ski): semirrígidas y anchas.

Al ser semirrígidas, el tobillo queda siempre sujeto en la posición adecuada y es imposible que se tuerza. Y por ser anchas queda asegurada la movilidad de este, para que no quede bloqueado, lo cual también comportaría problemas.

Por eso, cuando escojas tus Jumper1, siempre ten en cuenta este consejo de Aerower y Jumple Academy: al comprobar tu talla de jumper, si tienes dudas entre dos, siempre es más recomendable escoger la superior. El sistema de triple cierre asegurará el ajuste perfecto a tu pie.

Conocer todos los pasos para escoger mis Jumper1

Igualmente, cada vez que te pongas tus Jumper1, para saber que has dejado la anchura perfecta, debes ser capaz de introducir dos dedos entre tu tobillo y la bota, como se ve en la siguiente imagen.

La movilidad más adecuada está asegurada para los tobillos, pero ¿también la comodidad? ¡Por supuesto! De hecho, la última mejora lanzada para este tipo de calzado deportivo por Aerower ha sido en este sentido. Se trata del liner J1+. El liner es el botín acolchado interior, que previene cualquier tipo de rozadura en el tobillo y asegura el confort total. En el caso del liner J1+, se han incorporado refuerzos en las partes más sensibles de nuestros pies, tobillos y empeines, entre otros cambios destinados a hacer los botines más durables e higiénicos. Puedes conocer más sobre las mejoras del liner J1+ aquí.

Por tanto, la conclusión es clara: tus tobillos estarán 100% protegidos, en una bota con la que sentimos al mismo tiempo la sujeción perfecta y el confort más placentero.

Caídas

Estabilidad asegurada, tobillos bien protegidos, pero ¿es fácil caerse con las jumpers? Muchos son los que se atreven a probarse unas jumpers o botas de rebote, pero sienten reparo a la hora de ponerse a saltar, rebotar o trotar con ellas.

La mejor prueba es ponerse unas y experimentar por uno mismo que es prácticamente imposible caer cuando llevamos unas jumpers, por supuesto. Pero previamente hay unas cuantas razones que nos pueden ayudar a confiar si tenemos cierto temor.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que con las jumpers no nos elevamos demasiado del suelo. La altura del RS es de 15 cm. aprox., algo bastante menor si lo comparamos, por ejemplo, con subir a una cama elástica. Igualmente, las jumpers son una base mucho más estable que una cama elástica, por las razones que hemos explicado más arriba.

Además, debemos tener en cuenta que, al saltar con jumpers, aunque la sensación de impulso es muy motivadora, solo nos separamos del suelo unos 5 cm. Recuerda que el principal beneficio de las jumpers es la amortiguación del impacto (hasta un 80% con el RS bien configurado). Aprovechar su impulso con grandes saltos es solo para gente con cierta práctica que busca sobre todo divertirse y hacerse fotones.

Solo se trata de ganar confianza poco a poco. Cuando las pruebes por primera vez, camina un poco con ellas y luego empieza a dar saltitos con uno y otro pie. En apenas unos minutos ya habrás comprobado la estabilidad de las Jumper1 y estarás listo para una clase Jumple. La motivación de estar rebotando, la sensación de ingravidez, serán una motivación inigualable.

Quiero más consejos para empezar a saltar con jumpers

Asegura una buena técnica

Al hacer ejercicio con jumpers, contaremos con una protección sobresaliente para nuestras articulaciones y podremos disfrutar de la motivación que da saltar mientras alcanzamos múltiples beneficios. Pero todo eso podemos potenciarlo y asegurarnos el éxito con una buena técnica.

Algunos consejos básicos son:
Tener nuestras Jumper1 perfectamente personalizadas.
Tratar de pisar siempre en el centro del RS.
Mantener una buena postura y alineación corporal.
Calentar y estirar al principio y final de cada sesión.
Etc.

Lo mejor en este caso, por supuesto, es contar con los mejores profesionales de la disciplina. En este caso, se trata de los instructores formados por Jumple Academy. La razón es muy clara, se trata de la única institución formativa del sector que sigue trabajando en investigación y mantiene actualizados sus programas de entrenamiento de acuerdo con los últimos estudios científicos y las tendencias más actuales en fitness y entrenamiento deportivo.

Por ello, las formaciones Jumple están creadas para la progresión de cada alumno, desde el nivel cero hasta niveles profesionales. De hecho, en una misma clases Jumple pueden trabajar varios niveles a la vez, cada uno con el plan de entrenamiento adaptado a su nivel.

¡Pregúntanos con un mensaje a jumple@jumpleacademy.com!

Precauciones

Por último, como cualquier otro tipo de actividad física, puede haber algún tipo de precauciones o adaptaciones que debamos realizar para nuestro caso en concreto. Por ejemplo, si habitualmente cuentas con plantillas para corregir pronación o supinación, también debes incluirlas en el interior de tus Jumper1. Es importante mantener la correcta repartición de las fuerzas en todos nuestros saltos con jumpers.

Igualmente, todos los profesionales Jumple conocen cuáles son las contraindicaciones relativas o absolutas para el ejercicio con jumpers y cada tipo de actividad. Las absolutas son aquellas que nos impiden lamentablemente practicar ejercicio con jumpers, aunque son muy pocas: inestabilidad cráneo-vertebral, desprendimiento de retina, embarazo o estar bajo los efectos del alcohol o las drogas.

En cuanto a las contraindicaciones relativas, son las que pueden suponer algún riesgo para hacer ejercicio con jumpers. Por ejemplo, algún tipo de discapacidad. Para estos casos, en ocasiones es necesario realizar algunas adaptaciones para que la persona pueda participar de forma segura, o incluso trabajar en conjunto con el profesional de la salud encargado del caso. Por eso, los profesionales Jumple cuentan con documentos como el “PAR-Q Jumple” o el “Consentimiento médico Jumple”. El “PAR-Q” es un cuestionario para detectar cualquier contraindicación y el “Consentimiento médico” recoge la información necesaria para que cualquier facultativo pueda conocer en qué consiste la actividad y dar sus recomendaciones.

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